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El Gobierno Petro propone un cobro a las transacciones digitales que podría frenar la inclusión financiera y golpear a los pequeños negocios.

El Gobierno colombiano volvió a encender las alarmas económicas —y las redes— con un decreto que propone cobrar una retefuente del 1,5% a todas las transacciones digitales, incluyendo pagos por Nequi, Daviplata, PSE y Bre-B, la nueva billetera del Banco de la República.
El Ministerio de Hacienda dice que no es un nuevo impuesto, sino un “ajuste técnico”. Pero los expertos y pequeños comerciantes no lo compran tan fácil: temen que sea el nuevo 4×1000 disfrazado.

El decreto, que podría firmarse este viernes, plantea que todos los medios de pago —tarjetas, transferencias, QR o billeteras digitales— tengan la misma tarifa de retención del 1,5%, argumentando que así se “nivelaría la cancha” entre plataformas.
Sin embargo, en la práctica, esto desincentiva el uso de dinero digital y castiga a los negocios que intentan formalizarse.

“El verdadero enemigo aquí no son las plataformas de pago, es el efectivo”, advirtió José Vélez, CEO de Bold.

Con la medida, cada transacción que hoy es gratuita empezaría a costar más que el temido 4×1000. Para un comerciante que recibe $100.000, serían $1.500 menos en su cuenta. Puede parecer poco, pero en un negocio de márgenes ajustados, esa retención pega directo al bolsillo.

Además, plataformas como Bre-B, creadas para promover la inclusión financiera, podrían frenar su crecimiento antes de despegar. En apenas tres meses, esta herramienta ya suma más de 32 millones de usuarios registrados, pero un decreto como este puede espantar tanto a comercios como a consumidores.

La senadora Angélica Lozano fue una de las voces más duras:

“El propósito de Bre-B es digitalizar la economía, no castigarla con impuestos. Ministro, no puede perjudicar a la gente”.

📱 Golpe a la digitalización y a los micronegocios

En un país donde millones de personas por fin usan billeteras digitales para vender, comprar o recibir giros, aplicar una retefuente a cada pago puede ser el paso atrás más grande en años.
“Esto va contra la formalización y la transformación digital. Quienes más pierden son los pequeños negocios y los consumidores”, señala el consultor Francisco Gnecco.

Mientras Hacienda insiste en que no hay un nuevo impuesto, la realidad es que la caja del Estado necesita más ingresos. Y parece que la solución rápida es meterle mano al bolsillo digital del ciudadano.

Porque, al final, cada vez que el Gobierno dice “no es un nuevo impuesto”, el país ya sabe cómo termina la historia.


🧩 En resumen:

  • Se aplicaría una retefuente del 1,5% a pagos digitales como Nequi, Daviplata, PSE y Bre-B.

  • Afectaría principalmente a pequeños comercios, emprendedores y profesionales independientes.

  • Expertos alertan que frena la digitalización y premia el uso del efectivo.

  • El decreto está abierto a comentarios hasta el 25 de octubre.

  • El Gobierno insiste: “no es un impuesto nuevo”. Pero el efecto sería el mismo.

 

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