Elkin Reyes vuelve al poder en medio de una tormenta jurídica y política
En una de las elecciones atípicas más controversiales del país, Elkin Alfonso Reyes Plata fue reelegido como alcalde del municipio de Oiba, Santander, pese a que en febrero de este año fue destituido por trasteo de votos en los comicios de 2023.
Reyes, avalado por el Partido de la U, obtuvo 3.706 votos, lo que representó el 60,99 % del total, en una jornada que dejó más preguntas que respuestas sobre la legalidad de su candidatura.
⚖️ ¿Una elección legítima o una jugadita jurídica?
La ponencia del magistrado Altus Baquero, del Consejo Nacional Electoral, había sido clara: Reyes incurrió en una inhabilidad por reelección inmediata, pues ejercía funciones de autoridad, gasto y mando menos de 12 meses antes de la elección.
Sin embargo, la revocatoria de su candidatura nunca fue votada. ¿La razón? Según denuncias internas, la magistrada Maritza Martínez, del mismo Partido de la U, pidió dilatar la discusión clave en sala. Resultado: el tarjetón siguió adelante, y Reyes ganó.
🗳️ Participación, dudas y denuncias
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Potencial electoral: 9.945 personas
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Votantes: 6.076
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Participación: 61,10 %
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Abstención: 38,9 %
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Reyes (Partido de la U): 3.706 votos
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Fredy Galvis (Coalición Vamos a Ganar) 2.232 Votos y Nicolás Landazábal (Gente en Movimiento) 16 votos
El secretario del Interior de Santander, Óscar Hernández, denunció que la víspera de los comicios circularon videos invitando a no votar. Las autoridades ya investigan si esto afectó el desarrollo democrático.
🧨 Una elección con consecuencias nacionales
Más allá de los votos, el caso de Oiba abre un debate nacional sobre la debilidad institucional frente a candidatos cuestionados y la capacidad de los órganos electorales para actuar con celeridad y sin presiones políticas.
Reyes ya fue destituido por trasteo de votos. Hoy vuelve a la alcaldía, sin que el fondo de su situación jurídica se haya resuelto del todo.
📌 Lectura política
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El Partido de la U logra una victoria riesgosa, que puede volverse en su contra si prosperan las demandas.
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La desconfianza institucional crece: ¿sirven los fallos si no se ejecutan a tiempo?
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La ciudadanía votó… pero parte del juego se jugó en los despachos del CNE.
🧠 Conclusión
El caso Oiba revela el punto crítico en el que se encuentra la democracia local: entre la voluntad popular, los vacíos legales y las “jugaditas” políticas. Elkin Reyes ganó, pero la última palabra aún no está escrita. El Consejo Nacional Electoral tendrá que pronunciarse de fondo, mientras un municipio entero queda en vilo.