Por: Andrés Bohórquez
Para nadie es un secreto que el enemigo de Gustavo Petro fueron los comentarios desobligantes e incendiarios de algunos políticos fanáticos, pero que además el voraz lenguaje de Benedetti y Roy Barreras que a pesar de mover fibras le jugaron en contra al candidato presidencial del Pacto Histórico.
En decir, el propio enemigo de Petro fue él mismo. Desde que se dieron a conocer los resultados de la primera vuelta, el discurso no fue alentador, por el contrario, se sintió la derrota y ello hizo que Colombia no celebrará su victoria, sino que por el contrario se preocuparan.
Recordemos serias contradicciones que hicieron de pasar de 1 millón de votos a 2 millones quinientos mil votos los necesarios para lograr el triunfo del candidato Petro. Contradicción que es desalentadora, pues, de acuerdo con encuestas el 87% de los votos que obtuvo el derrotado y asesinado moralmente Fico darán indiscutiblemente su voto al Viejito, adicionalmente el 40% de los votos obtenidos por Fajardo también votarían por el Ingeniero Rodolfo Hernández, sumados a los votos de Jhon Miltón Rodríguez, Ingrid Betancourt y Luis Pérez que se sumarían a la campaña del candidato Hernández.
Haciendo una cuenta rápido y suponiendo que el 13% y el 60% de los votos obtenidos por Fico y Fajardo, respectivamente los obtuviera Petro, tendríamos el siguiente resultado:
Rodolfo Hernández: 11.717.745 votos.
Gustavo Petro: 9.718.461 votos.
Sumado a ello los escandalosos y denominados PetroVídeos le jugaron una mala pasada. Es una verdad a voces que en Colombia las campañas políticas van en contra de la ética, pero lo que le dolió especialmente al electorado de Petro fue que él saliera en los vídeos, sumado a un voto silencioso que lo tenían como opción, pero que ahora decidirán entre el voto en blanco y el voto por Rodolfo.
Ciertamente, esto constituye una ventaja adicional, pues ese voto silencioso representa una ventaja para Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, que indiscutiblemente le permitirá llegar a los 12 millones de votos, mientras que Gustavo Petro, del Pacto Histórico, llegará a los 10 millones de votos.
En todo caso, este es una mera especulación política. Gane el que GANE, ojalá que el victorioso sea Colombia, un país debilitado por un mal endémico llamado corrupción y que a pesar de ello sigue siendo una nación a pesar de sí misma.
Finalizo con un llamado a la tolerancia, a la amistad y al respeto por el otro: No vale la pena que entre nosotros nos peleemos, nos odiemos o creemos resentimientos por temas políticos, me dijo alguna vez un amigo: La política pasa pero la amistad queda.