Qué midió Invamer y cómo lo hizo
La encuesta hace parte de la serie “Colombia Opina 2025” de Invamer, contratada por Noticias Caracol y Blu Radio, y fue aplicada entre el 15 y el 27 de noviembre en todo el país. El estudio encuestó 3.800 personas mayores de 18 años en 148 municipios (26 capitales y 122 no capitales), con un margen de error general de 1,81% y confianza del 95%, bajo el nuevo marco regulatorio para sondeos electorales.
En intención de voto se incluyeron alrededor de 30 aspirantes de una lista cercana a 100 posibles candidatos, dejando además una opción abierta para que el encuestado mencionara otro nombre. La medición también indagó por percepción de rumbo del país, aprobación presidencial y favorabilidad de líderes, lo que permite cruzar las cifras de intención de voto con clima de opinión frente al gobierno Petro.
Resultados clave: quién va ganando hoy
El titular más fuerte es el liderazgo de Iván Cepeda, candidato del Pacto Histórico, con 31,9% de intención de voto entre quienes dicen que seguramente irán a votar si las elecciones fueran el próximo domingo. En segundo lugar aparece Abelardo de la Espriella, abogado de derecha y figura mediática, con 18,2%, seguido por Sergio Fajardo, del centro, con 8,5%.
Más atrás se ubican Miguel Uribe Londoño (4,2%), Claudia López (4,1%), Vicky Dávila (3,7%) y Germán Vargas Lleras (2,1%), entre otros nombres que completan el top 10 de la muestra. Es una fotografía donde la izquierda oficialista saca ventaja, la derecha se concentra en una figura disruptiva y el centro reaparece, pero sin romper todavía el techo de un dígito.
Tabla: así quedó la intención de voto Invamer

¿Por qué Cepeda va primero?
Según el análisis de medios y expertos consultados, Cepeda capitaliza tres factores: ser la carta oficial del petrismo, el impulso de la consulta interna del Pacto y la recordación de su apellido en un electorado polarizado. La consulta del Pacto, realizada meses atrás, funcionó como ensayo electoral y campaña anticipada, poniendo a Cepeda en plaza pública, medios y redes mientras otras fuerzas seguían en fase de definiciones internas.
Además, su candidatura se percibe como continuidad del proyecto Petro, pero con un estilo menos confrontacional en la forma, lo que le permite retener buena parte del voto de izquierda sin cerrarse del todo al progresismo moderado. El dato clave: con 31,9%, Cepeda ya arranca en una franja en la que, incluso con algo de desgaste, tendría alta probabilidad de pasar a segunda vuelta.
El fenómeno Abelardo de la Espriella
El segundo gran titular es Abelardo de la Espriella, un outsider de derecha que entra a la carrera con un 18,2% y se convierte de inmediato en el principal polo anti-Petro de la medición. Analistas señalan que su crecimiento se explica por una mezcla de fuerte inversión en redes sociales, discurso provocador y la necesidad de la derecha de encontrar un rostro claro tras la fatiga con figuras tradicionales.
La campaña de De la Espriella se apoya en un estilo agresivo y emocional, con mensajes duros contra el gobierno y promesas de orden, lo que encaja con las lógicas de algoritmo y viralidad actuales. Sin embargo, varios expertos advierten que parte de ese auge puede ser “espuma de lanzamiento”: habrá que ver si mantiene esos números cuando arranque la campaña formal y tenga que responder por programa, alianzas y trayectoria más allá de la polémica mediática.
El centro se resiste a morir: el caso Fajardo
Sergio Fajardo completa el podio con 8,5%, un resultado modesto si se compara con su pasado, pero significativo frente al intento de muchos por dar por muerto al centro político. Su presencia en tercer lugar lo posiciona como posible llave de acuerdos en segunda vuelta y como referencia para sectores que no se sienten cómodos ni con el petrismo ni con la derecha dura.
No obstante, Fajardo sigue teniendo el reto histórico de convertir reconocimiento en decisión de voto, especialmente entre jóvenes urbanos que simpatizan con su estilo pero dudan de su capacidad para confrontar a los extremos. Para Café Político, este dato es clave: el electorado “ni-ni” aún existe, pero sigue fragmentado y poco movilizado.
Segunda vuelta: lo que anticipa Invamer
Invamer no solo midió fotografía de primera vuelta, también planteó escenarios de balotaje entre los tres punteros. En un eventual duelo Iván Cepeda vs. Abelardo de la Espriella, el senador del Pacto se impondría con una ventaja amplia, superando el 45% frente a un poco más del 25% del abogado de derecha, según el sondeo.
En escenarios donde Fajardo entra a segunda vuelta, la competencia se cierra más y el voto anti-Petro se reagrupa con mayor facilidad, aunque sin un patrón único en todas las simulaciones. El mensaje de fondo: hoy Cepeda no solo lidera la primera vuelta, sino que arranca con ventaja en buena parte de los hipotéticos cara a cara, mientras la derecha aún no resuelve si se alineará disciplinadamente detrás de una sola figura.
Petro, entre desaprobación alta y base resistente
La encuesta también tomó el pulso de la gestión de Gustavo Petro: su aprobación se ubica en 37,7%, mientras la desaprobación llega al 56,7%, aunque esta última cae levemente frente a la medición anterior. A la vez, quienes creen que el país va por buen camino suben de 31% a 34,4%, y baja el porcentaje de quienes sienten que la situación empeora.
Esto dibuja un escenario paradójico: un gobierno impopular en términos netos, pero con una base sólida y militante que le alcanza para sostener un candidato competitivo. En clave electoral, significa que el techo del petrismo puede estar lejos del 50%, pero su piso sigue siendo lo suficientemente alto como para asegurar presencia en la vuelta final.
Críticas, dudas y lectura política de las encuestas
Como es habitual, no faltaron las voces que cuestionaron la encuesta: figuras como Roy Barreras acusaron a Invamer de “manipular” y de no reflejar la realidad política, pidiendo revisar metodología y ponderaciones. Otros sectores critican la selección de nombres, el posible sesgo urbano y el efecto de que la medición se haya hecho antes de que se definan avales y alianzas formales.
Metodológicamente, la encuesta cumple con requisitos de muestra, cobertura territorial y márgenes de error típicos de estudios nacionales, pero no deja de ser una fotografía en un contexto altamente volátil. Para una audiencia politizada la clave es leer estos datos como tendencias iniciales, no como resultados escritos en piedra.
Claves que deja Invamer para la campaña 2026
Para la conversación diaria, esta medición deja varias ideas fuerza:
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La continuidad del proyecto Petro no está muerta: Cepeda es hoy el único candidato que se mueve holgadamente por encima del 30%.
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La derecha encontró un nombre con capacidad de ruido y voto en Abelardo de la Espriella, pero todavía no demuestra disciplina ni unidad estructural.
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El centro sigue vivo en cifras, pero todavía no encuentra el relato ni la musculatura que lo conviertan en opción mayoritaria.
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La aprobación de Petro y la percepción de rumbo del país muestran un malestar real, pero no lo suficientemente homogéneo como para barrer con el bloque de izquierda.
De aquí a mayo de 2026 habrá consultas, avales definitivos, alianzas, renuncias y crisis políticas que pueden mover la aguja; pero, por ahora, la gran encuesta de Invamer pone a Colombia en modo campaña con una advertencia clara: nadie está coronado, pero el punto de partida tiene nombre y apellido, y se llama Iván Cepeda.
