El hito del CNE: fusión aprobada y personería en mano
La Dirección de Vigilancia e Inspección Electoral del CNE certificó este 3 de diciembre la fusión de tres colectividades históricas de izquierda: el Partido Comunista Colombiano, la Unión Patriótica (UP) y el Polo Democrático Alternativo, bajo la sombrilla del Movimiento Político Pacto Histórico. La resolución establece que el Pacto asumirá todos los derechos, obligaciones y personería jurídica de los fusionados, una vez concluidos los procesos sancionatorios pendientes contra ellos.
Esta decisión llega tras meses de tensión: el CNE había aprobado una fusión condicionada en septiembre, pero el limbo jurídico amenazaba las inscripciones de listas al Senado y Cámara, previstas para este viernes. Carolina Corcho, cabeza de lista al Senado del Pacto, celebró el fallo como un paso clave para consolidar un “partido movimiento de masas”. Gustavo Petro tuiteó que Colombia Humana sigue firme en su intención de fusionarse, aunque su asamblea no lo aprobó por mayoría.
De coalición a partido: la evolución del Pacto Histórico
Nacido en 2021 como coalición electoral para impulsar la candidatura de Gustavo Petro, el Pacto Histórico pasó de ser un paraguas amplio de izquierda y centroizquierda a buscar estatus de partido único. La fusión aprobada integra tres pilares históricos: el Comunista (con raíces en el siglo XX), la UP (símbolo de resistencia armada y genocidio político en los 80) y el Polo (heredero del ala izquierda del liberalismo de los 2000).
El proceso no fue lineal: tutelas interpuestas por Iván Cepeda y Corcho presionaron al CNE para acelerar el trámite, argumentando que el retraso ponía en riesgo dos millones de votos de la consulta presidencial del Pacto. Aunque Colombia Humana (de Petro) y Progresistas quedaron fuera —por fallos en asambleas y personería incompleta—, la base fusionada ya le da al Pacto umbral propio para avales y un relato de unidad histórica.
Tabla: los partidos fusionados y su legado

Implicaciones electorales: listas vivas y umbral asegurado
El impacto directo es brutal para 2026: el Pacto ya puede inscribir candidatos al Congreso sin colectividades invitadas, cumpliendo el umbral del 3% de votos para mantener personería. Esto estabiliza sus listas al Senado (liderada por Corcho) y Cámara, y fortalece la precandidatura presidencial de Iván Cepeda, que lidera encuestas Invamer.
Para el Congreso, el partido único simplifica coaliciones internas y evita riesgos de avales compartidos con independientes. En el tablero nacional, reconfigura la izquierda: el Pacto se posiciona como bloque hegemónico del progresismo, obligando a disidencias (como Francia Márquez o independientes) a buscar otros caminos. La Sala Plena del CNE votará este jueves la adhesión de Progresistas, lo que podría agrandar aún más la estructura.
Reacciones: del festejo petrista al silencio opositor
El oficialismo estalló en redes: Corcho llamó al fallo un “paso histórico” para la izquierda unificada, mientras Petro lo enmarcó en la construcción de “el partido más poderoso de la historia reciente”. Cepeda, desde su liderazgo en encuestas, lo vio como validación de los dos millones de votos de la consulta interna.
La oposición guardó relativo silencio inicial, aunque analistas ya advierten que un Pacto más sólido acelera la polarización rumbo a 2026. Críticos señalan que la fusión arrastra deudas y procesos sancionatorios de los partidos originales, lo que podría generar demandas futuras. Para Café Político, esta noticia posiciona al petrismo como maquinaria electoral renovada, justo cuando encuestas muestran a Cepeda arriba.
Deudas, sanciones y el asterisco jurídico
No todo es fiesta: la fusión entra en vigor pleno solo tras concluir “procedimientos administrativos sancionatorios en curso” contra los tres partidos. Esto incluye multas pendientes por financiación o afiliaciones, que el Pacto deberá pagar para evitar impugnaciones. Colombia Humana quedó fuera porque su asamblea no aprobó la unión (solo 1.280 de 114 mil afiliados votaron sí), y Progresistas espera su turno.
El CNE dejó claro: el Pacto asume obligaciones financieras y legales de los fusionados, un recordatorio de que la unidad ideológica no borra cuentas pendientes. Aún así, el timing —a horas de inscripciones— es un salvavidas que evita tutelas de última hora.
Escenarios para 2026: ¿partido de masas o coalición ampliada?
Con personería en bolsillo, el Pacto acelera su inscripción de listas este viernes, consolidando su rol como vehículo principal del petrismo. Corto plazo: listas cerradas al Congreso con Cepeda como ariete presidencial. Largo plazo: Petro insiste en sumar Colombia Humana para un “partido de masas”, aunque eso depende de nuevas asambleas y fallos del CNE.
Si Progresistas se adhiere, el bloque crecería; si no, el Pacto competirá solo con su núcleo histórico, apostándole a la maquinaria de 2022. Para la oposición, es alerta roja: un petrismo más cohesionado complica estrategias de fragmentación. En el fondo, esta fusión cierra un ciclo de coalición electoral y abre la era de partido institucional, con todos los riesgos y fortalezas que eso implica.
Claves para la audiencia de Café Político
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Timing perfecto: A cinco días de inscripciones, el CNE evitó caos en las listas petristas.
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Bloque histórico: UP, Polo y Comunista dan al Pacto legado simbólico y bases territoriales.
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Pendientes: Deudas y sanciones viajan con la fusión; Colombia Humana busca entrada.
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Poder electoral: Cepeda y Corcho ganan oxígeno para 2026 con umbral asegurado.
Esta decisión del CNE no solo salva al Pacto, sino que redibuja el tablero de la izquierda colombiana justo cuando la carrera presidencial calienta motores.
