Óptica periodística
Nelson Germán Sánchez Pérez –Gersan-
Voy a reiterar en este espacio de opinión, lo que he expresado frente al análisis de la situación actual del Ejecutivo Nacional, la oposición y el país político en algunos otros espacios y momentos en los últimos días. Me parece que el país está entretenido en banalidades como que quien sacó más gente a la calle durante las últimas marchas ciudadanas, si el Gobierno Petro o la oposición, cuando las necesidades del país siguen intactas y la mayoría sin resolverse.
Es más, no es porque tengamos ninguna oposición inteligente que el Gobierno está en su peor momento de credibilidad y mala imagen, si no por sus propias embarradas y las de su equipo y aliados políticos. Casos sobran por señalar las de su hermano, hijo mayor, jefa de gabinete, vicepresidenta, congresistas y embajador en Venezuela. A más de las salidas en falso con tufillo de superioridad de sus algunos de sus Ministros, emulando a Gobiernos anteriores.
Igualmente, dan con una “oposición inteligente” que de tal tiene de todo menos de eso, porque no se opone y no propone constructivamente si no que muchas veces solo se atraviesa, torpedea, aumenta y distorsiona las cosas y varios viven de crear zozobra a través del miedo en medios de comunicación y opinadores, quienes hacen de cajas de resonancia y de amplificadores de noticas falsas, verdades a medias o cobran factura de los desatinos presidenciales o del Ejecutivo.
Además, el talante pendenciero, casi arrogante, inflexible y poco conciliador del Presidente, que ya lo había mostrado cuando fue Alcalde de Bogotá hasta para con algunos de sus amigos más cercanos y entonces colaboradores, no contribuye mucho a la situación.
De nuevo, el problema real de toda esta nueva crispación que vive el país es que las reformas estructurales, muchas de las cuales son absolutamente necesarias, se quedaron en el tintero y no se sabe cómo se comportarán en el Congreso partidos opositores e independientes luego del presente receso.
A propósito del Congreso, se debe esperar para ver si los caciques, ex presidentes y varones electorales de cada colectividad conforman nuevas mayorías y cómo las moverán frente a la discusión de los proyectos que requiere impulsar el Ejecutivo y si funcionarán los puentes que pueda este tratar construir con mermelada congresista por congresista o para las bancadas; o igual si logra convencerlos con argumentos, cediendo en algunos aspectos, desacelerando la ebullición mediática que también genera, creando nuevos canales de interlocución y recomponiendo acuerdos y voluntades.
En fin, me parece que es hora de que todos nos pongamos serios frente a las necesidades del país y que tanto la oposición como el propio gobierno lleguen a puntos comunes, a mínimos entendimientos, de concertación sobre temas espinosos, sobre los cambios a las estructuras para poder avanzar. Lo peor que nos puede pasar es que nos quedemos como estamos, continuar con la radicalización como herramienta de combate político, azuzar el odio entre unos y otros, que volvamos a un pasado de sangre o que por inacción avancemos hacia un abismo económico y social que nos trague a todos.
También, sería un inmenso desatino que nos hagamos los de los oídos sordos y los ciegos frente a tanta inequidad y necesidades vitales que no han sido resueltas a millones de compatriotas en todo el país, que se pueden convertir en una enorme bola de inconformismos que derive en peores y violentos estallidos sociales, que sean ni más ni menos aprovechados de nuevo por las fuerzas áulicas políticas de toda índole y por grupos irregulares, por mafias, guerrillas y delincuentes comunes para sacar provecho de más caos y necesidades.
Coletilla. Feliz San Pedro y San Juan, que acabó de pasar. El mejor aporte para conservar esta tradición y mantener este espacio que revitaliza la economía local en este mes es nuestro buen comportamiento como anfitriones, ser buenos guías a turistas y visitantes, una excelente atención al público-usuario, ayudar a cuidar y cuidarnos, ser tolerantes y amables.