En la noche del 26 de enero, la Casa Blanca confirmó que las migrantes colombianos serán enviados a Colombia sin restricciones y recibidos por el Gobierno nacional
El secretario de Prensa de la Casa Blanca señaló que el Gobierno colombiano había acordado aceptar a los deportados, incluidos los vuelos en aviones militares de Estados Unidos, sin limitación ni demora.
En compensación, las sanciones económicas y las restricciones migratorias que afectaban a funcionarios colombianos se mantendrán en reserva, no aplicándose mientras se cumpla el acuerdo; sin embargo, se indicó que las sanciones de visa y las inspecciones mejoradas seguirían en efecto hasta que el primer grupo de deportados colombianos fuera regresado exitosamente.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de un comunicado, aseguró que tanto el canciller Luis Gilberto Murillo como el embajador Daniel García-Peña viajarán a Washington para mantener reuniones que permitan seguir con los acuerdos.
En cuanto a los colombianos que serán deportados, en el comunicado quedó claro que se les garantizará condiciones dignas, razón por la que “el Gobierno de Colombia, bajo la directriz del presidente Gustavo Petro, tiene dispuesto el avión presidencial para facilitar el retorno de los connacionales que iban a llegar hoy al país en horas de la mañana, en vuelos de deportación”.
El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, confirmó que su país da por “superado el impasse” con Estados Unidos y que acepta los términos de la política de repatriación de Trump.
“Seguiremos recibiendo a los colombianos y a las colombianas que retornen en condición de deportados”, aseguró el diplomático en una rueda de prensa.